Juan de Esquivel (Sevilla, hacia 1.480 -
Isla de Jamaica, 1.513). Nacido en Sevilla, muy joven pasó a las
Indias en el segundo viaje de Cristóbal Colón (1.493), participando en la
conquista y colonización de la isla de La Española, en donde permaneció un largo
periodo de tiempo.
Los colonos de la isla le nombraron
procurador para que fuera a España y solicitara al rey Fernando el Católico una
disminución de los derechos reales del oro obtenido, que era de una tercera
parte. El rey accedió a rebajarlo al quinto (20 %), según provisión real de 5
de febrero de 1.504.
En 1.503, el gobernador de la isla,
Nicolás de Ovando, le encargó sofocar una rebelión en el territorio de Higüey,
que se hallaba bajo el dominio del cacique taíno Cotubanamá, quien se había
rebelado por el asesinato cometido por españoles de uno de los caciques de la
isla de Sanoa. Sofocado el levantamiento, después de duros combates, se llegó a
una tregua entre Cotubanamá y el capitán español Juan de Esquivel.
Al año siguiente Cotubanamá reinició la
rebelión y Esquivel volvió a intervenir como jefe de las tropas españolas.
Arrasó por completo los poblados de la región, matando y tomando prisioneros a
miles de taínos. Entre los prisioneros se hallaba el cacique Cotubanamá, quien
fue llevado a Santo Domingo, en donde fue ahorcado. Pacificada la región, Esquivel fundó una
fortaleza y la villa de Salvaleón de Higüey. Regresó a la capital, Santo
Domingo, se estableció en ella y se casó con doña Beatriz Álvarez de Herrera.
En el año 1.509, después de seis años de
tranquilidad, el nuevo gobernador de la isla, Diego Colón, hermano del
Almirante Cristóbal Colón, le encargó la conquista y colonización de la isla de
Jamaica, que la Corona consideró como plataforma idónea para las conquistas que
debían hacerse en Tierra Firme. Al frente de 60 hombres y después de largos
combates, Esquivel logró someter a los nativos e inició el poblamiento de la
isla y fundó las villas de Sevilla la Nueva y Melilla, en la costa norte de la
isla, enclaves desde los que planeó apoderarse del sur.
Esquivel se convirtió en el primer
gobernador de la isla. No se encontró oro en Jamaica, pero poco a poco la isla
iba progresando con la producción de algodón, yuca y otras plantas; el ganado
aumentaba y comenzaba a arraigar la caña de azúcar. Estableció un astillero en
lo que hoy es Old Harbor Bay, donde se acomodaron las instalaciones del puerto.
Sin embargo, la situación de Esquivel
cambió de repente. A Fernando el Católico no le agradaban los elogios que Diego
Colón le prodigaba, lo que le hizo desconfiar, y para averiguar lo que había
entre ambos, envió a La Española al tesorero Miguel de Pasamonte.
A Esquivel se le acusó de negligente en
sus funciones y de tibio en la conversión al cristianismo de los nativos. Por
consiguiente, una cédula de 10 de diciembre de 1.510, en las que se enumeraban
las supuestas faltas de Esquivel, ordenaba a los oficiales de La Española que
adjudicasen la gobernación de Jamaica a otra persona, siendo el elegido el
capitán Perea. A partir de entonces Juan de Esquivel cayó en desgracia y pasó a
un segundo plano, falleciendo unos tres años después por causas desconocidas.
A partir de aquí, la enemistad entre
Miguel de Pasamonte y Diego Colón se hizo patente, dividiendo a los residentes
de Santo Domingo en dos bandos, originándose serios y continuos desórdenes,
hasta el punto en que hubo de intervenir el rey, nombrando a Francisco de Garay
nuevo gobernador de la isla de Jamaica el 2 de agosto de 1.515.
No hay comentarios :
Publicar un comentario