Calle rotulada en el año 1.913 en honor a Emilio Sánchez Perrier se encuentra situada entre Fray Isidoro de Sevilla y Muñoz León.La antigua huerta sobre la que trazó esta calle la adquirió el Ayuntamiento en el año 1.897, junto a la de San Sebastián, por acuerdo con el Ministerio de la Guerra, para construir los cuartales de Infantería y Zapadores, pero solamente se llegó a construir este último en la de San Sebastián.
EMILIO SÁNCHEZ PERRIER. (Sevilla, 1855- Alhama de Granada, 1907). Pintor y acuarelista español, especializado en paisajes y temas orientalistas.
A la edad de trece años, mientras trabajaba en el establecimiento de relojería que su padre tenía en la calle Sierpes, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, siendo sus primeros maestros Joaquín Domínguez Becquer y Eduardo Cano de la Peña.
El conocimiento de algunas obras del pintor paisajista Martín Rico, en un viaje que este hizo a Sevilla, determinó la orientación de su dedicación artística, que se consagraría a partir de ese momento al cultivo del paisaje. En 1.871, encontrándose en Granada con Martín Rico, conoce a Mariano Fortuny, de quien se hizo amigo y cuyo estilo se reflejaría también en su obra.
En 1.877 toma contacto con Carlos de Haës, incorporándose como discípulo suyo a su Cátedra de paisaje en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
En 1.878 Sánchez Perrier se presenta en la Exposición Nacional de Bellas Artes con sus cuadros “Reja del Pretorio en el jardín de la Casa de Pilatos”, “Huerta de gallinas en Alcalá de Guadaira”, “El ocaso”, “La ribera del río Guadaira”, “La laguna de los patos” y “El molino de Mesía”, que fueron adquiridos por el Duque de Montpensier.
Asiste también con sus obras a exposiciones en Sevilla y Cádiz en 1.877, 1.878 y 1.879, donde logró en este último año una medalla de oro en la Exposición Regional de Cádiz.
En 1.879, para ampliar sus conocimientos se trasladó a París, donde acudió a los estudios de Auguste Bolard, Jean – Léon Gérôme y Félix Ziem. También tomó contacto con los paisajistas de Fontainebleau y la Escuela de Barbizon, lo que le hizo surgir una nueva concepción del arte, permaneciendo atento a la aparición y avances de la fotografía.
En 1.880 debuta en el Salón del Artista de la capital francesa con dos cuadros: “Jardín del Alcázar de Sevilla” e “Invierno en Andalucía”, convirtiéndose a partir de entonces en un asiduo participante de este prestigioso certamen, en el que alcanzó una mención honorífica en 1.886, volviendo a ser premiado con una medalla de plata en la Exposition Universelle celebrada en París en el año 1.889 y consigue, un año después, el título de miembro de Sociedad Nacional de Bellas Artes de Francia.
Sánchez Perrier trabajó en Venecia, Inglaterra y algunas ciudades del norte de África, como Tánger, donde desarrolló su doble vertiente de paisajista y orientalista.
Poco después de su regreso a España (1.890), es nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes de Sevilla. Visitó con frecuencia la población de Alcalá de Guadaira (Sevilla) para reunirse con los artistas del círculo del pintor Manuel Ussel de Guimbarda.
Fue a partir de 1.881 cuando su fama se fue acrecentando, y el famoso coleccionista norteamericano George A. Lucas comenzó a comprar algunos de sus paisajes.
En la Exposición Nacional celebrada en Madrid en el año 1.890, consiguió una segunda medalla por su cuadro titulado “Febrero”, que se halla expuesto en el Museo de Arte Moderno de Barcelona.
En 1.894, fue nombrado miembro de la Societé Generale des Beaux Arts de Francia.
En el mercado internacional quizá es más conocido por los cuadros que pintó de sus vistas de Venecia. Su estiló evolucionó del post – romanticismo de la escuela andaluza de comienzos del siglo XIX, al realismo más luminoso de Barbizón y los primeros impresionistas.
El tamaño de sus obras es relativamente pequeño; están realizadas con una gran precisión, y en ellas el cielo y el agua ocupan un lugar fundamental.
Una buena parte de su obra está expuesta en distintos museos de Andalucía, aunque la mayor parte se encuentra en colecciones privadas repartidas por todo el mundo. Su estilo de pintura, de profunda atmósfera romántica, llega a ser muy cotizada tanto en Europa como en América, sobre todo en los Estados Unidos.
Uno de sus paisajes más notables, “Paseo de la O”, en el que representa el famoso embarcadero de la ribera del río Guadalquivir en el barrio de Triana, se conserva en Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Emilio Sánchez Perrier fue nombrado Comendador de la Orden de Isabel la Católica.
Hacia 1.896, con tan solo 41 años, los médicos le diagnosticaron tuberculosis, enfermedad de la que falleció en Alhama de Granada en 1.907.
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