EN EL POLÍGONO DE SAN PABLO
Francisco Vega de los Reyes (Sevilla, 1.904 – Madrid, 1.931), torero de etnia gitana, también conocido por “Curro Puya”.
Calle rotulada desde 1.966 en recuerdo de
Hijo de un herrero, era el tercero de siete hermanos, tomando el apodo de Triana por haber nacido en este popular barrio sevillano, concretamente en la calle Verbena, actualmente Rodrigo de Triana.
Su primera novillada tuvo lugar en San Fernando (Cádiz) el 18 de mayo de 1.924. En esta novillada recibió su bautizo de sangre al ser cogido por un novillo de la ganadería de Félix Gómez.
Se presentó en Sevilla como novillero el día 15 de agosto de 1.925 (día de la Virgen de los Reyes) con novillos de Molina, alternando con “Cagancho” y Andrés Mérida. Su presentación en Madrid, también como novillero, la realizó el 30 de julio de 1.926, alternando con Francisco Royo “Lagartito” y Julio Mendoza, obteniendo Gitanillo un triunfo apoteósico estoqueando reses de Coquilla.
Tomó la alternativa el 28 de agosto de 1.927 en la plaza de toros de El Puerto de Santa María (Cádiz), con toros de Concha y Sierra, y apadrinado por Rafael el Gallo, que le cedió el toro “Vigilante” y con Juan Belmonte como testigo.
La corrida fue extraordinaria; a su toro de la alternativa Gitanillo de Triana le cortó las dos orejas. Juan Belmonte estuvo sublime, cortando las cuatro orejas y dos rabos y Rafael el Gallo le corto al cuarto de la triunfal tarde las dos orejas y el rabo.
La confirmación de la alternativa tuvo lugar en la antigua plaza de toros de Madrid, en el Camino de Aragón, el día 6 de octubre de 1.927, con toros de Julián Fernández. Su padrino volvió a ser Rafael el Gallo, completando también la terna Juan Belmonte.
La afición taurina lo consagraba y surgía de repente una primera figura del toreo.
Situado el segundo en el escalafón, en el año 1.928 toreó en Méjico, donde ganó la “Oreja de Oro”. Este fue un año triunfal, toreando 69 corridas, sobrepasado solamente por “Chicuelo”.
En 1.929 descendió mucho su categoría, y toreó solamente 24 corridas, para desmoronarse todavía más en 1.930, pero las pocas tardes en que triunfó este año fueron verdaderas apoteosis.
Gitanillo de Triana estaba considerado como un torero irrepetible, único y estilista, además de un gran maestro de la verónica, que era lenta y suave y de una indescriptible belleza, que la afición llamó “minuto de silencio”. Era un torero de arte, de embeleso, de buenas faenas, de exquisita perfección con el capote, undiestro que ofreció belleza plástica. Sin embargo, se le ha reprochado su falta de continuidad y su escasa voluntad.
El día 31 de mayo de 1.931, cuando llevaba lidiadas 16 corridas en esa temporada, durante una corrida en Madrid alternando con “Chicuelo” y Marcial Lalanda, al iniciar un ayudado por alto muy pegado a las tablas, sufrió una gravísima cogida infligida por el toro “Fandanguero”, el primero de su lote y tercero de la tarde, de la ganadería de Graciliano Pérez Tabernero.
El toro corneó a “Gitanillo de Triana” en los dos muslos y en la cadera, con rotura de la arteria glútea, penetración en pelvis y arrancamiento del nervio ciático. A consecuencia de la gravedad de estas cornadas murió dos meses y medio después, el 14 de agosto de 1.931 a los 27 años de edad.
Su cadáver fue trasladado a Sevilla y, en medio de un ferviente clamor popular, fue enterrado en el cementerio de San Fernando de Sevilla.
Con motivo del fallecimiento de Francisco Vega de los Reyes, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Estrella de Triana, decidió vestir de luto a su imagen titular.
Su hermano Rafael, nacido en 1.915 y casado con una hija de Pastora Imperio, también fue matador de toros y después de la muerte de Francisco uso el apodo de “Gitanillo de Triana”, por lo que algunas veces son confundidos.
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